Pasión de Chocolate
Un trayecto muy largo… una ventana y la luz de la luna alumbrando, pensamientos en su mente iban plasmándose en ese camino, la música era el correr del viento. El libro que aun no había terminado de leer, lo llevaba consigo y no quería acabarlo, lo leía como se toma un café, saboreando cada frase, lo que imaginaba era como el humo que aparece de un café bien caliente. El trayecto se hacia largo para el que esperaba, y se hacia cada vez más corto para el que enrumbaría a ese destino, pero la noche seguí infinita como siempre, un corto sueño en el cual imaginaba esa llegada, y él libro le faltaban dos paginas para acabar, como no es bueno dejar las cosas para después, hacer lo inevitable la obra concluida y las luces de la ciudad avisaban la llegada al destino esperado.
Decía el libro que dos personas que desde su niñez no se habían vuelto a ver y cuando se vieron la emoción era algo inevitable, ella solo lo contemplaba…. Hasta que se saludaron.
Estaba esperándola no podía saber como estaría ella, me imaginaba las fotos y las cosas que decíamos, tenia una sorpresa que ella no se lo esperaría, la noche espesaba a ser mas fría y la espera se hacia tardía, ya estábamos cerca de las doce de la noche y sentía una ganas enorme de que llegara, quería que llegue en ese momento y que acabase toda esta espera. Pero me ponía a pensar si ella, tal vez reaccionara de otra forma y entonces todo acabaría y la llevaría a su casa, esperaría a que me escriba o me llame. Tal vez, no sería cierto esas palabras y ahora afrontarla sería otra realidad.
El momento llego para los dos, hacia la entrada a ese Terminal, que para ese momento sería un empezar.
Llegaron dos buses y la gran pregunta sería en cual esta ella, no podía esperar pero que hacer.
— Por fin llegue y en eso veo a un hombre de casaca crema mirando hacia el bus, era él no había dudas, no sabía que hacer bajar y correr hacia él y si no era él alguien que se le pareciera, decidí entrara al Terminal, habían pocas personas y nadie esperando, no había ningún sospechoso, estaba decidida de irme.
— Me acerque hacia la sala de espera, ella estaba con su mochila y no la reconocía muy bien, pero se acerco me saludo y no pude darle un beso lejos de sus labios, nos besamos, ella suspiro y le mostré sus rosas, ella estaba feliz con el detalle.
— Ese beso…, sus labios suaves y sus manos…. Sentía esa confianza ese sentimiento correspondido, esa forma de mirar… todo era perfecto y las rosas rosadas tan lindas… su aroma que embriagaba. Nos cogimos de la mano y nos fuimos en un auto.
Juntos enamorados, tenían tanto por conversar y por aprender cada detalle uno del otro, se besaban en el publico conversaban y compartían frente a sus amistades, la música y el vino… la noche se hacia interminable para ellos, las expresiones de amor en cada momento, no podían faltar.
Ya la noche iba terminando era hora de partir, peor ella l lugar de dormir decidió preparar el chocolate, miraba por la ventana la noche y poco a poco con mucho cuidado, con sus manos tibias derretían el chocolate, de ellos abrigaban la pasión.
La luz de la mañana despertaba y el chocolate estaba terminándose… el aroma embriagaba el ambiente, ellos cansados se unieron en un profundo sueño….
La tarde envolvía el olor a chocolate y a las rosas desplazadas por todo el lugar, el sol tan amable daba brillo especial a ese día, ellos seguían conociéndose aun más, caminaron juntos por la calle cogidos de la mano, las miradas siempre dirigidas a los ojos, no hacia falta música alguna, la música de sus corazones era suficiente, alimentados por el amor, no existía nada en ese momento eran ellos solamente.
La noche nuevamente se acerba y la luna llena iluminaba y sus miradas se encontraban nuevamente mostraban apacibles y ella con ese brillo especial.
Ahora el quería preparar el chocolate, se fue a la cocina busco los ingredientes necesarios, mientras calentaba la cocina, ella lo observaba. El ponía el cuidado necesario, cada ingrediente era usado exacto, entregaba su atención al chocolate, si manos fuertes movían el chocolate, para que poco a poco… se derritiera, buscaba la perfección ese día. Iba con cuidado, buscaba el gusto, controlaba con sus manos la temperatura. El frió se intensificaba en la noche, ella lo abrigaba con sus besos, él la cobijaba con sus abrazos. Él no podía esperar quería tomar el chocolate; pero aun no estaba listo.